Railay Bay Resort & Spa ★★★★

El alojamiento está a pie de playa. La playa es increíble. En general, el hotel es muy bueno.

Tiene algunos puntos por mejorar. Deberían quitar la bañera y poner una ducha en interior. Deberían poner más toallas. Yo pondría más fruta fresca. La puerta de entrada deberían modernizarla, la cerradura es antigua. Y lo más importante: no hay vigilancia. Nuestra habitación estaba al lado de la playa y cualquiera podría entrar.

Ubicación.

Limpieza mejorable, el edredón blanco tenía manchas.

Ubicación, piscina frente a la playa y desayuno variado

Instalaciones muy viejas, metal oxidado

El aire acondicionado no funcionaba bien durante el día

La ubicación del hotel a primera linea de playa es espectacular, es un hotel metido dentro una selva prácticamente con monos por todos los lados. El desayuno no muy variado pero correcto, compensan totalmente las vistas desayunando.

Dejaban reservar las hamacas poniendo toallas encima, y eso hacia muy difícil encontrar alguna libre.

Desayuno muy bueno. Situado al lado de la playa. Amabilidad del personal. Minibar gratis que reponen cada día. Recepción 24h, chicas muy amables.

Habitación mal iluminada. Pocas hamacas para tantos clientes. Faltaba personal al devolver las toallas y había que acudir a la recepción.

La ubicación

Habitaciones amplias y cómodas, con minibar y utensilios de baño y playa incluidos. Personal muy atento, con servicio de habitaciones siempre disponible. Desayuno genial, enfrente del mar, tipo buffet con muchísima variedad que va variando dependiendo del día.

Habitaciones no insonorizadas, se escucha un poco a los huéspedes de la habitación contigua. Aspecto de la habitación algo deteriorado, pero limpio y funcional.

El trato del personal fue exquisito y la ubicación de la piscina es espectacular.

Sería necesario dar un repaso de mantenimiento a las villas y la instalación de mosquiteras, porque por los huecos de la puerta acceden insectos. Elijamos el hotel para estar en la playa oeste y sin embargo nos tocó la villa muy cerca de la playa este y lejos de la ubicación anunciada. Elegimos la villa con Jacuzzi exterior y da hasta grima usarlo de lo anticuado que está y la falta de mantenimiento, no lo volvería a elegir.

La cercanía a la playa, los paisajes.

Las vistas son una maravilla, la habitación fue muy grande y amplia, y al final el segundo día tuvieron un detalle conmigo que era mi cumpleaños y lo agradecí mucho la verdad.

Pues para el hotel que es ubicación estrellas y precio. Me disgustó mucho al llegar y no tener disponible mi habitación lo cual es normal pero al menos tener una habitación para poder cambiarte, me dejaron las maletas en una zona para ello junto a recepción y me mandaron a ir a los baños del hall a cambiar con los cosas y demás, me pareció un poco caótico puesto que además éramos varias personas llegando y muy descortés las formas, no sé no me espera esa forma en el trato para un hotel de esta categoría y no soy para nada exigente pero si valoro lo que pago. Otra cosa que me hizo sentirme realmente incómoda y mucho malestar fue la poca cantidad de tumbonas que hay en la zona de la piscina que tiene vistas al mar, pues llegué tras cambiarme en los baños por medio del hall y luego restaurante y fui a la piscina y no había ni una tumbona libre, tuve que dejar mi ropa y toallas en un muro y bañarme y esperar mirando a ver si quedaba alguna libre. Esta situación me parece pésima puesto que había sitio de sobra para tener más tumbonas. Parecía que me hubiera colado en la piscina en lugar de ser una huésped. Y lo último que me pareció bastante desorbitado fueron los precios del restaurante, los elevan tanto comparado a otros sitios que al final consumes la Mitad.

Las piletas buenísimas. La habitación súper amplia y limpia. Te daban toallas y cosas para usar en la pile. La atención excelente. El atardecer de ahí fue uno de los más lindos que vi! Pero no le gana a ooh Pha-ngan

Realmente no es la mejor playa para mi gusto. Hay una más que le sigue que es mejor. Reservamos ahí para estar cerca de la playa pero la verdad que nos íbamos todos los días a la playa de al lado que estaba mil veces mejor.

Localización perfecta enfrente de la playa. Habitaciones grandes.

Una vez llegas al muelle, la mala señalización del hotel, cuesta encontrarlo, se ve a mucha gente perdida. También las pocas tumbonas de las piscinas

Ubicacion

Estuve en Habituación de lujo frente a la playa lo cual fue clave, desconozco testo de las habitaciones para opinar

La ubicacion

El servicio

La habitación es un lujo, súper moderna, limpia. La ubicacion en general es la mejor porque da a la playa de mejor condición en railay. El personal es amoroso, cosa dificil a veces de ver en thailandia. Recalco lo amorosa que era alessa la recepcionista. Buen desayuno

Me gustó mucho al ubicación junto a la playa y las increíbles puestas de sol que se ven desde una de las piscinas. El desayuno estaba bastante bien, sin ser una cosa excepcional. El entorno es bonito, y la picina que no da a la playa es tranquila y agradable. Me gustó mucho que te dejen una esterilla para ir a la playa y una cesta de playa. y que haya monos por aquí y por allá en los arboles y tejados.

Que fuera imposible coger sitio en una tumbona nunca en la piscina principal y difícilmente en la de atrás. Que hubiera tantos carteles "amenazantes" sobre el deterioro pérdida de cosas, me llamó la atención porque era un poco excesivo.

Ubicacion

Que tenga que bajar las maletas de long tai dentro del agua y tenga que alzarlas y llevarlas caminando hasta la playa.

Ubicacion, desayuno bueno, amabilidad del personal del hotel.

La habitacion necesita renovacion,

la ubicación es perfecta, el resort está en un lugar idílico, las habitaciones con jacuzzi privado son una maravilla, tiene buen tamaño, la cama es muy cómoda, está integrado en plena selva y con las familias de monos, es todo un entretenimiento. Me ha resultado muy caro, calidad precio no es equilibrado.

El personal tanto de la recepción como los camareros son muy inexpertos y bastante mal humorados hay demasiados camareros y recepcionistas pero nadie dispuesto a ayudar y a trabajar, no me ha gustado el trato en especial del manager Sarayut que nos trató con desprecio y fué muy altivo y orgulloso a nuestra llegada y su compañera recepcionista Madeeha exactamente igual, con muy poca educación, al llegar tuve que pedir una cama extra para mi, por un accidente que tuve días antes en Ko Lanta y llegaba recién operada del húmero por fractura, les hicimos simplemente la petición de una cama supletoria o un colchón cómodo en el suelo para que yo pudiera dormir sóla por prescripción médica, lejos de poner solución, tuvieron una actitud bastante desagradable y agresiva, al ser la noche del 24 había una cena de gala y aunque les explicamos que yo no estaba en condiciones por el postoperatorio y me era imposible acudir a la cena nos cargaron en la cuenta las cenas nuestras y también las de mis dos hijos pequeños que tampoco podían acudir solos al ser menores. Parece ser que sólo les interesó en ese momento hacer caja y cobrar las 4 cenas de gala algo que no pudimos disfrutar aunque la intención primera de ir a Raylay era esa. Quiero denunciar la falta de sensibilidad y de empatía de estos dos trabajadores, menos mal que no los volví a ver en toda la estancia, fue un verdadero bochorno el check in con ellos. Por lo demás Raylay es un sitio mágico y verdaderamente increible.